Ray Loriga

Mi regalo de Navidad para los que se regresaron a jugar escondidillas conmigo (déjenlos, el futbol no hace más que lastimar los tendones) son fragmentos de un texto de Ray Loriga que me encontré en la revista semanal de El País (gracias Mariana).

Es proto navideño y melancólico. Habla de la música de Cole Porter y se puede leer completo acá.

Estos son los regalos que yo recibí y que paso a las manos de otros para que se aprovechen bien:

“Qué importa en realidad que las canciones también se acaben y los cariños se abandonen, cualquier cosa que nos distraiga del rencor es suficiente.”

“En contra de la creencia popular (me consta que tal cosa no existe, pero me gusta cómo suena esa expresión), el encanto es una cosa muy seria. Las crías de todas las especies lo utilizan, sin ir más lejos, para protegerse de la muerte, y la vida, bien mirada, no es sino el triunfo del encanto entre las fieras.”

“No se me escapa que no todo se soluciona con un dry martini, pero está claro que un dry martini no empeora nunca nada. No es un asunto pequeño, teniendo en cuenta que la mayoría de las cosas que tenemos que arreglar las hemos roto nosotros. ”

“No hemos inventado más que la raya de los pantalones y todas las grandes palabras no valen lo que un cuchicheo cerca de la nuca adecuada.”

Y la última que es de una crooner-like sensibility que revienta el papel:

“¿Quién no prefiere el daño puntiagudo de unos tacones bien afilados al runrún de las cadenas que arrastran los fantasmas?

***

Por encargo de mi hermana, ilusa yo que hoy no pensaba cocinar, tengo que probar mi poca suerte con una receta de papas al gratín. Ay dios, ya quiero ver las caras esta noche.

Me considero buena para el Turista Mundial y para el Risk, aunque ya nadie quiera jugar conmigo, soy buena para reírme y para beber. Para la fiesta, para responder rápido (siempre y cuando el tipo no me guste o algo), para tirarme los domingos a leer en el suelo; soy la mensajitos sms más rápida del sureste defeño, me estaciono en dos patadas, a veces presiento cuando va a sonar el teléfono –lo más raro es que además sé quién es y qué me va a decir–, veo con los ojos redondos, de niña virgen, cada película en el cine, bailo mal pero con un chingo de ganas, si alguien va de mi mano me aviento casi a cualquier cosa: montaña rusa, paracaídas, amor. Todavía tengo cosquillas y me meto a ver películas de terror porque disfruto muchísimo tener miedo.

Pero eso de cocinar…

Domino la mitad del componente: el sabor nunca es tan deleznable. Nomás que mis platillos nunca nunca nunca están bien presentados. Es un problema porque no conozco a nadie a quien la comida no le entre por los ojos. Algo pasa que acomodo mal los ingredientes, soy capaz de meter las cosas en cualquier tupper feíto, sirvo a cucharazos como si estuviéramos en una línea de comida para presos de guerra.

Ah y otra cosa: tampoco domino bien el ingrediente tiempo. Mi comida es la última en llegar, se me cae en el coche la lasaña y está buena pero ‘ya no a alcancé a gratinarla’.

A ver cómo salen esas papas.

***

Hoy se empieza a acabar el tiempo para postear, seguir leyendo, doblarme de flojera en la cama. Ya están aquí los ocupadísimos días de fiesta. Los que la leímos siempre recordamos a Mafalda: “Estos son los preparativos de las vacaciones que nos tomamos para descansar de los preparativos de las vacaciones que nos tomamos.

Además, si me toca comprar y hacer colas hoy voy a tener a Susanita en la bolsa, lista para odiar a gusto:

“Amo a la humanidad, lo que me revienta es la gente”

Regalos

Se da la moda de que los blogueros regalen algo en Navidad. Como siempre, vi burro y se me antojó burro.

En realidad se trata de un regalo para ud. que me hará feliz a mí, pero ¿no son así tooodas las mujeres con las que ha andado ud.? ¡Somos legión!

Con opción a tres modalidades (a riesgo de parecer megalómana o exhibicionista aunque algo haya de cierto en ambos apelativos) este es mi regalo:

-Si usted me conoce, recuérdeme un evento con en el que se acuerde de mí (o de nosotros) y yo mesma le haré un post inspiradísimo al respecto. Quién sabe, tal vez hasta un cuentecito. Aproveche ud. su comentario para deleitarnos a todos con su versión particular del mismo asunto. Verá que los visitantes de este blog leen con más entusiasmo  los comentarios que los posts.

-Si usted me conoce y quiere hacerme una pregunta indiscreta pero siempre temió que yo le arrancara la cabeza de una mordida, ahora es cuando.
-Si usted no me conoce, pos nomás póngase de morbosito, pregunte y le respondo con la verdá.

Todas las respuestas serán posts bonitos con foto ilustrativa, links y todo.  Es decir, aquí mismo recoge usté su gift.
Nomás quedan unos cuantos días para proponer su regalo, luego ‘se viene’ la Navidá y pa qué queremos.