Es más fácil verlo cuando pegan las fotos de los muertos en una pared.
Lo que sigue son fotos de mi visita al Newseum en Washington, donde estaba de cursi y lloré en cada uno de los pisos.
Salía de una sala y pensaba “ya por dios, qué vergüenza, límpiate las lágrimas” y nomás no podía. Las historias detrás de las historias, las historias de periodistas haciendo su chamba son conmovedoras. Justo allí me pienso no-periodista, me pienso dolorosamente entretenedora, me muerdo las uñas y me pregunto si alguna vez sería capaz de ponerme en riesgo. Ahora lo único que arriesgo son adjetivos. No puedo evitar sentirme una gallina, una gallina con un aviso futuro…
… you can run on for a long time, sooner or later god’s gonna cut you down, decía Johnny Cash.
Y luego llega uno al memorial de los asesinados y no hay más que contar la incidencia de la palabra “México” con letras bien claritas para darse cuenta que en este país nos cuentan mucho menos de lo que realmente ocurre. ¿Será que no nos cuentan, Ira? ¿Será que nosotros no nos tomamos la molestia de preguntar? Ni le buigas compadre, no vaya a ser que nos toque también a nosotros.
A quien se lo menciono me mira con descreimiento: en 2006 la organización Reporteros sin Fronteras reportaba que era más peligroso ser periodista en México que en Irak.
Hoy, el listado de abusos al periodista más largo en el sitio electrónico de Reporteros Sin Fronteras tiene las mismas letritas: “México”. A veces uno ya no sabe qué significan esas letras. ¿Es un país, una sucursal, un llano de tiro libre, un búnker? ¿Qué mierdas es esto?
En el sitio de RSF hay esperanzadores encabezados como los siguientes:
-El Fiscal Especial excluye que el asesinato de dos periodistas comunitarias en Oaxaca tenga alguna relación con la profesión
-Secuestran y torturan durante doce horas a periodista de Noticias de Oaxaca
–Casos Brad Will y Roberto Mora : “Las autoridades federales se empeñan en permitir la impunidad”, según Reporteros sin Fronteras
– Asesinado en el Estado de Tabasco un periodista radiofónico en lucha contra el crimen organizado
-Asesinado un periodista en el Estado de Chihuahua, en un contexto de violencia generalizada
-Agredido en la redacción el subdirector de un diario de Nayarit; un periodista chihuahuense obligado a exiliarse
–El director de un semanario de Veracruz sale ileso de un atentado a disparos; un colega de un diario de Tabasco recibe una cabeza cortada
– Caso Lydia Cacho: la justicia del Estado de Quintana Roo se niega a dictar las órdenes de detención de los principales sospechosos
Todos fechados los últimos seis meses.
Chingado, me pone hiper sensible hablar de periodistas muertos.
***
Acá unas fotos del memorial en Washington:
Y aquí cinco paginitas nomás con el conteo de periodistas mexicanos ‘oficiales’ muertos on duty.
Chale.