¿Estos son los Kiyers? Perdón, ¿los Killers? El Brandon Flowers, tiene cara como de springbreaker. Empiezo a asustarme. El bataco sufre, toca bien, pero sufre como si estuviera pariendo un óleo de Francis Bacon. Yo digo que no es para tanto.
Mejor actitud tiene el del bajo. A ese de plano le importa madres si la mexicanada casi revienta el lugar a gritos, saltos y cásates-conmigos.
Después de tanto sobarla, Mr. Brightside es un himnito teen. Me duele el alma: ‘All this things that I’ve done’ pierde sentido con las tres chavillas de la fila de atrás. Vienen con la mamá chaperona, vestida como maniquí de Chemise Lacoste; está la mar de aburrida, pobre.
All this things that I’ve done, antes tan llena de significado, carajo. Ahora veo que las chamacas se la saben también. Cierran los ojos cuando la cantan ¿Qué tanto les habrá alcanzado hacer en sus 14 añitos aparte de apretarse sus muy buenos barros? Bueno, uno nunca sabe.
Vacío en el estómago. Qué manera de defecarla pagando para ver a esta banda. Mejor hubiéramos puesto el disco.
La pura curiosidad de saber si era un productito pop o si tenían algo de carne.
Les gritan como si fueran Los Bicles. Maaaadre. ¿Qué onda con la falta de drogas de esta generación? Niños, en serio hace daño no estupidizarse un poco.
Puro chico EMO.
Jodidos fresas, han tomado la ciudad.
No puedo evitar sentirme un poco vieja, un ‘mucho’ vieja.
¿Será que ya no estoy in? (¿Será que nunca estuve?) Ja.
Antes de latiguearme llega el sentido común a mis orejas y como un bálsamo me recuerda que ni madres, los buenos conciertos no son un pinche DVD en pantalla gigante con el playlist inscrito en piedra y los riffs metidos a fuerza.
Amarga experiencia, pinchis Kiyers.
Al día siguiente escucho en el radio la noticia que cierra con broche de oro: al Brandon Flores le gusta Luis Miguel. Ha declarado que lo admira, tiene todos sus discos y le gusta tocarlo en sus noches ‘bohemias’.
Eso me lo hubieran avisado antes de pagar mi boleto.
Sólo sirvió para recordarme mi lugar en la tribu de los escépticos. Acéptenme de regreso. Por favor.