Diccionario Jázaro

Aún no puedo hablar del libro porque no lo he terminado de leer. Sólo puedo decir que de lejos parecía un libro más inofensivo…update…no mames, Ira, no se puede ser MÁS inofensivo, ¡escribe bien chingado! Me disculpo con quien haya recibido daño visual.

Se le veían apenas unas garritas pero es como el comercial de la margarina que todo mundo recuerda: de repente Pavic abre la boca y lo traga a uno bondadoso y desprevenido lector.

Copiaré regularmente algunos párrafos de este interesante libraco, de aquí a que lo termine, en honor a aquel lector de zoológico que prefiere ver a estos animales detrás de una zanja. (No los critico: ahora me doy cuenta que ver de lejos a los libros no significa pasar por alto su majestuosidad).

“Imagínese que dos hombres tengan cogido a un puma con dos cuerdas. Si quieren acercarse uno al otro, el puma atacará, pues los lazos se aflojan: sólo si los dos tiran al mismo tiempo, el puma quedará a la misma distancia de uno y de otro. Este es el motivo por el que el que lee y el que escribe difícilmente se acercan: entre los dos, capturado, está el pensamiento en común, atado con cuerdas que tiran en direcciones opuestas. Si ahora le preguntásemos al puma, es decir al pensamiento, cómo ve a estos dos hombres, podría responder que los seres comestibles están tirando con las cuerdas de algo que ellos no pueden comer…”

“…y obtendrá de este dccionario, al igual que de un espejo, tanto cuanto invierta en el mismo, pues de la verdad -como se apunta en una de las páginas de este léxico- no puede obtenerse más de lo que se pone.”

Milorad Pavic, Diccionario Jázaro (ejemplar femenino), Anagrama, 1989.

Shhhh

Tengo muchas experiencias blogueables de último minuto (el hallazgo de un polvoso auto setentero al que antes de abandonar, le colocaron sendas camisetas en los asientos delanteros, como si lo hubieran abrigado un poco; el encuentro con Miriam y los tequilas en que me moría de la vergüenza y en el que me di cuenta de que uno no es, repito, NO ES dueño de su personaje; la Facultad de Filosofía y Letras que hoy me resguardó de la estupidez y la ignominia; el Diccionario Jázaro de Milorad Pavic y por qué decidí leer primero el tomo “femenino”; lo chistoso de que los libros tengan género; lo imposible de que las personas sostengan género; lo difícil que es pensar en una puta tesis en diciembre con tanta vida que hay en las calles ¿me la pierdo?; las ansias que tengo porque ya sea EL FUTURO, como si pensándolo pudiera hacer que amaneciera una nueva semana o un nuevo día; las ganas que tengo de que la navidad no me pase por encima again; el temido encuentro familiar anual y sus consecuencias en mi ánimo; el próximo viaje a Miami; la próxima columna de cine que me aterra porque AHORA Sí voy a hablar de cómics; lo que me aterra ser yo y que otros no sepan quién soy yo y entonces esperen a alguien que no puedo ser; lo doloroso que es darse cuenta de que uno ha crecido y no hay pastillas para empequeñecer).

Ah cuánta cosa blogueable.

Y por alguna razón, no me sale bloguear de nada de esto hoy.

Right. Back to those books.